lunes, 21 de noviembre de 2011

REFLEXIONES DESDE CHILE. ¿ESTAMOS PERDIENDO EL NORTE EN OCCIDENTE?

Acabo de volver de Chile, donde he impartido un taller en la conferencia latinoamericana de coaching, aunque no es este tema del que quiero comentarte algunas cosas.

¿Sabes lo que me ha sorprendido? Me ha sorprendido la gente. Y sobre todo, las actitudes de la gente. Y muy gratamente, por cierto.

Llevo ya tiempo, bastante antes de la crisis, echando de menos en mi país, España, y en los países en teoría “desarrollados”, y por los que me muevo con cierta frecuencia, de algunas cosas que deberían estar vinculadas al progreso, al desarrollo, y que son sistemáticamente olvidadas por el sistema vigente. Un sistema atento a todo aquello que se toca, que se coje, que se compra, que tiene forma de objeto, o de ciencia, o de cualquier campo vinculado al hemisferio izquierdo y a la lógica.

Pero ¿Dónde están, y donde quedan algunos factores trascendentes para la vida humana, para alcanzar la felicidad que prácticamente todos anhelamos? Actitudes, áreas intangibles de nuestra existencia sin las cuales no somos nada que me he encontrado en Chile, y que  en cambio, en las sociedades avanzadas  cada vez están más en extinción:

-          Afabilidad
-          Amabilidad
-          Cercanía
-          Confianza
-          Sonrisas
-          Respeto

Y sentido de Comunidad, frente al feroz individualismo en el que hasta en las sociedades latinas y mediterráneas vamos cayendo sin darnos cuenta, llevados por la marea de las tendencias imperantes.
La verdad es que en Chile iba por la calle y si paraba a alguien para preguntar algo, lo primero que me llamaba la atención es que no daba un respingo o un paso atrás ante la intrusión: Sonreían y me respondían. En los establecimientos o cualquier area de servicios que he utilizado, ¡me han sonreído por norma! Y además, me han tratado bien, con respeto, y he salido con la sensación de que querían que volviera (no solo eso: en muchos momentos, me lo han dicho directamente). 

Como profesor de atención al cliente, me he encontrado tantos casos dignos de ser contados en positivo, como me encuentro aquí todos los días casos de ser contados en negativo, que son legión, y se han convertido en la norma y no en la excepción.

Creo que las sociedades latinoamericanas, en su convivencia cotidiana, practican con asiduidad valores que parece que se pierden cuanto más se avanza en el desarrollo. Porque me encanta que la ciencia haya avanzado que es una barbaridad, que nuestro nivel de vida sea altísimo, que nuestra salud también, que el índice de comodidad que tenemos sea espectacular en general comparado con otras partes del  mundo, que la tecnología nos facilite tanto la vida, pero….

Para llegar ha eso y a la seguridad con la que vivimos (sí, esa seguridad por la que estamos pagando un precio que ni sospechamos: el vivir sistemáticamente con miedo) ¿hay que renunciar a la confianza, a la comunidad, a la bondad, al compartir, a la generosidad, a acoger, a sonreir, a disfrutar y así multiples temas? Porque si es así, nuestro modelo no me gusta nada, nada. Es más, hay que cambiarlo, porque los humanos no podemos vivir sin estas cosas (me refiero a vivir CON MAYUSCULAS). Lo ideal sería compatibilizar la idea de progreso occidental, basada en las cifras, en el crecimiento, en la ciencia y tecnología,  con la quintaesencia humana, basada en el ser y en el compartir. 

No me parece nada fácil, pero siempre me han gustado los retos, así que voy a hacer lo que esté en mi mano para poner mi granito de arena en este asunto. Y voy a empezar conmigo mismo. Decidiendo vivir confiando más en otros, y sonriendo más, y siendo más amable, y queriendo compartir más, y hacer más cosas con los que me importan y con los que me rodean, y dando y pidiendo apoyo a mi entorno. ¿te apuntas tú también al reto?

7 comentarios:

  1. Hola Josepe.
    Me apunto sin duda ser el combustible que alimente el motor de cada uno. Muchas gracias por llegar en el momento justo, amigo. Nos vemos en la gasolinera.

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  2. Josepe que grato saber que te has llevado una buena impresion de nosotros los chilenos, asi somos por naturaleza, cariñosos, amables "querendones",atentos, respetuosos y si hubieses ido mas al sur de mi pais todo eso que viviste se hubiese multiplicado por 10. Hay una canción chilena que dice muy claramente como somos y sobre todo con el forastero y dice una parte asi: "Campesinos y gente del pueblo te saldrán al encuentro viajero Y veras como quieren en Chile al amigo cuando es forastero"

    Un abrazo fraternal desde Chile, de una orgullosa mujer mayor chilena,

    Ingrid

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  3. Como siempre, Josepe, te voy a poner la parte negativa. No para restar, sino para subrayar tu impresión del Mundo Occidental.
    En todo lo que he viajado, mi turismo favorito es caminar las ciudades y sentarme en las plazas; mi observación personal: cuanto menos occidental, más humano, más auténtico, más natural. Parece que sólo aquellas sociedades o comunidades que han rechazado (o que han tenido la suerte de no llegarles o estar recién llegándoles) el "progreso" son las que sonríen más, tienen valores que nosotros nos hemos dejado en el camino y están más vivas, aunque las pasen putas o no tengan las cosas que para nosotros son las más elementales...
    Parece que "la idea de progreso occidental, basada en las cifras, en el crecimiento, en la ciencia y tecnología" por propia viavilidad económica o por propia naturaleza (tal como lo conocemos) excluye esos elementos porque no son necesarios; o peor: porque no son más que lastre. ...

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  4. Quizá no haga falta un viaje tan largo. Basta ir a pequeños nucleos rurales o simplemente apartarse del centro inhumano de las ciudades para ver la vida con mayúscula.
    Efectivamente hay que elegir entre tener "más" sin saber para que o tener "felicidad" sabiendo que es para compartir.
    Cuando uno elige ser feliz acaba dándose cuenta de que cuanto más felicidad entrega, más tiene para sí.
    Sed felices.

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  5. Que interesante... yo creci creyendo en la bondad, pero reconozco que ahora siento que la bondad no es valorada , pero yo la necesito, necesito aportar a mi y a los demas, ... pero creo que perdi algo en el camino profesional... no he encontrado ese espacio profesional donde sentir que la bondad, afabilidad, cortesia, educacion, ... sean valorados... pero no pierdo la esperanza...

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  6. Querido Josepe:

    Me suena ya bastante conocido eso que cuentas: he viajado en varias ocasiones a Colombia y me ha dado justo la misma impresion. El pasado mes estuve en Araraquara (Brasil) y mas de lo mismo: afabilidad a raudales, buena educacion, sonrisas, abrazos y empatias que bullian de los colegas de profesion incluso del conductor que fue a recogerme al aeropuerto. Podemos decir que somos un pais rico y desarrollado si nos falta eso? Un saludo. David

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  7. Admirado Josephe como con cariño le llaman,, muy buenas inferencias de su visita a Chile, la amabilidad, el respeto , la cordialidad nos identifica como latinoamenricanos. Me encanta que se haya llevado esa impresion tan maravillosa de los chilenos y todos los que conformamos este hemiferio occidental.. saludos cordiales desde venezuela.. Eugenia Perez

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