martes, 24 de febrero de 2009

MIS REFLEXIONES A LA CRISIS ACTUAL: LAS PERSONAS, EL PODER, EL NO-AUTOLIDERAZGO

Últimamente se suceden muchas explicaciones a la crisis tan fenomenal que estamos viviendo; algunas veces, este análisis proviene de esos “expertos” que no supieron ni atisbarla hasta un mes antes, y hoy nos cuentan porqué estaba claro que iba a ocurrir. Otras veces, por otras personas que de una manera sencilla y clara ponen a disposición de la gente normal, alejada del oscurantista lenguaje financiero, posiblemente construido para aislar la información y circunscribirla a un pequeño grupo de privilegiados, lo que realmente ha ocurrido, y porqué (por ejemplo, la explicación de la crisis ninja).

Pues bien, casi todos los análisis hasta el momento se han centrado en las causas económicas, macroeconómicas, microeconomicas, financieras, coyunturales, estructurales, pero para nada se ha aludido a lo que hay detrás de todo lo que ha sucedido: las personas.

Porque detrás de estos desfalcos, estafas, abusos, y juegos financieros con esa extraordinaria cantidad de víctimas colaterales, hay PERSONAS. Y por lo tanto, la pregunta a hacernos sería: ¿cómo son esas personas? ¿Qué les lleva a hacer lo que han hecho?

Posiblemente para mi este aspecto sea el más importante de lo acontecido, ya que de sus claves deviene el entender sus mecanismos, y sobre todo, la posibilidad de que vuelva a suceder.

Tomemos como ejemplo a Madoff. ¿qué le llevó a esa huida hacia delante tantos años , sabiendo que había muchas posibilidades de que fuera descubierto tarde o temprano?

Y qué decir de los directivos de las grandes corporaciones financieras, y sus presidentes, o directores… Gente cabal, de sentido común, con una brillante inteligencia, con familias, hobbies, gente que era un referente, personas a las que se hacía caso, a las que se escuchaban con interés reverencial en conferencias, a las que se leía en libros, que eran un ejemplo de lo que se debía ser, que se sentían seguros, confiados, decisivos….

Pues bien, pese a este impresionante background, esta gente (este limitadísimo número de personas) ha llevado a la ruina al mundo. ¿eran conscientes de esta posibilidad? Me temo que sí, pero supongo que quisieron mirar para otro lado, o no darle la importancia que tenía.

¿Y entonces, qué subyacía a todo esto? ¿qué les ha llevado a actuar así?

Desde mi punto de vista, el dinero, la vanidad, la codicia, la prepotencia, el orgullo, y el PODER. Sí, el poder, que está detrás de todas esas causas. Porque todos estos factores, son decisivos, y hacen mella y han hecho mella en los hombres desde los albores de la humanidad. Somos débiles y perdemos el norte con facilidad, además de no hacernos la pregunta tan necesaria para dar sentido a nuestras acciones: ¿para qué?



¿para qué quiero ganar este año otros 1000 millones de dólares? ¿para qué quiero arriesgarme en una jugada de pura especulación financiera donde hay riesgos muy altos de no tener éxito? ¿para qué quiero seguir justificándome?

La falta de la pregunta “para qué” nos lleva a actuar sin control, nuestro autocontrol. Porque al final, el que sucedan estas cosas parte de la falta de liderazgo personal, de auto-liderazgo. Esta considero es la quintaesencia del problema. La sociedad actual tal como está concebida no apuesta por el autoconocimiento, la gestión de uno mismo, la templanza, la justicia, y la necesidad imperiosa de mirarse dentro antes que mirar fuera, para dar sentido a nuestras vidas y acciones.

Y de ahí surgen estas figuras que son fiel reflejo de lo que se prima en el mundo que vivimos (más bien en el primer mundo).

Ya en Roma, y al entrar en triunfo en la ciudad tras una exitosa campaña de conquista, iba el general conquistador en su carro, con un esclavo sosteniendo sobre su cabeza la corona de laurel, y que además le iba repitiendo al oido: “recuerda que eres solo un hombre”.

Porque creo que son personas encumbradas a esas posiciones, donde tienen todo el dinero del que pueden necesitar para vivir con la máxima opulencia y pese a todo, quieren más…; personas a las que se reverencia y rinde pleitesía, donde una palabra suya es una orden inapelable y que es cumplida a rajatabla; personas que viven rodeadas de una corte de los milagros donde posiblemente escuchen en general lo que quieren oir, amparados en vasallos, hipócritas, trepas profesionales, gente vendida al poder y al dinero; personas con un ego inconmensurable, que han llegado a donde han llegado por méritos propios, que miran al resto muy por encima del hombro; personas cuyos intereses no son los de la mayoría, sino los propios e individuales; personas que se sienten de otra casta, muy superiores al resto, y sobre todo, que consideran al resto una herramienta para alcanzar sus objetivos; personas que no piensan en su legado, sino en el aquí y ahora; personas completamente centradas en sí mismas y en los pocos que son como ellos; personas, en definitiva, vencidas por el PODER.

El poder, esa droga tan desconocida para la mayoría ( porque no lo hemos probado, o a muy pequeñas dosis), es lo que subyace a estos comportamientos. Se dice que el poder corrompe, y el poder absoluto, corrompe absolutamente. Y estas personas se han convertido hasta en verdugos de gobiernos y paises. Su poder de influencia es tal, debido a la ingente cantidad de dinero, contactos e intereses que manejan, que tienen el mundo por montera. Y van generando un espacio propio completamente ajeno a la realidad de la mayoría de la humanidad, alejado del día a día tuyo y mío, pero que influye decisivamente en ese día a día tuyo y mío.

La soberbia y la prepotencia son dos características del ejercicio del poder. Cada vez están más convencidos de que tienen razón, y de que el resto solo juega el papel de facilitador de sus planes. Y es curioso: al considerarse un juego, las personas poderosas siguen jugando al juego del poder, cuyo objetivo final es tener más y más, y superar por el camino a otros contrincantes igual o más poderosos que uno, por la satisfacción del reto y la victoria, de poner en práctica mi talento, mi inteligencia y mis recursos. Y en este gran juego del poder que vivimos en el mundo, el resto solo somos peones, utilizados y sacrificados en complicadas estrategias a las cuales somos completamente ajenos, en beneficio de una ínfima minoría, la minoría poderosa.

Valores que en un primer momento posiblemente estaban presentes en sus vidas, como la humildad, el valor, la honestidad, la justicia, la familia, la bondad, el legado, la generosidad, se van perdiendo meticulosa e imperceptiblemente por el camino, de tal manera que ellos siguen pensando que son los mismos de antes.

Ya Don Juan, el chamán de Castaneda, habla de los 4 enemigos del hombre de conocimiento: el miedo, la claridad, el poder y la vejez. Y asume que el poder es el más dificil de manejar, porque una vez poderoso, vas generando circunstancias y resultados, gracias a tu influencia, que te confirman que efectivamente, las cosas son como piensas, y que estás en el buen camino. Con poder las cosas pasan en general, como uno quieren que pasen, por lo menos a nivel externo. Ya lo decía Napoleón: “Yo creo mis circunstancias”.

Las personas que lideran hoy el mundo, las personas que nos han llevado donde estamos (sin inferirse de esto que el resto de nosotros no podamos hacer nada para cambiarlo), las personas poderosas hoy tienen una carencia fundamental: la capacidad de liderarse a si mismos. El autodominio, el autoconocimiento y la templanza es el unico mecanismo regulador interno, y por lo tanto el más válido; que nos permite asumir el poder, y crear para todos en vez de para uno, utilizar los recursos hacia el bien común, y avanzar con la humildad del aprendizaje y el valor para mirarnos es un espejo cada cierto tiempo y preguntarnos: ¿Quién soy? ¿qué vida estoy viviendo? ¿para qué? ¿actúo conforme a mis valores?. Hasta la persona más poderosa, en el último momento de su vida, anhela haber vivido una vida con sentido. Debemos primar a la hora de elegir a aquellos que serán referentes, personas de influencia, dirigentes, empresarios…. a los que sepan autoliderarse, y sobre todo, debemos forjar hoy a los líderes del futuro, líderes que sepan mirarse dentro, antes que afuera, y que busquen el bien común. Creo que la gran asignatura que tenemos es primero educar, y luego elegir adecuadamente a las mujeres y hombres que dirijan nuestros destinos.

1 comentario:

  1. Hola José Pedro,

    Tu articulo me ha parecido una reflexión poderosa y valiente. Has puesto en palabras y articulado una reflexión que ronda en mi cabeza desde hace tiempo. Enhorabuena!

    Tan solo añadiría 2 cosas:

    - La crisis actual que es tanto una crisis de valores como una crisis ecónomica brinda una fantástica oportunidad para reinventarnos y construir un futuro mejor

    - Los coaches (estoy terminando mi formación de Co-Active coach) tendremos un papel importante en la toma de conciencia de que son nuestros valores más profundos los que tienen que dirigir nuestras vidas. Aun no he encontrado a nadie que, cuando mire en lo más profundo de sí, encuentre valores como avaricia, envidia, ambición desbocada...

    Un saludo de coach,
    Daniel Ortega Ferri

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